Con esta reforma histórica, quedan garantizadas las pensiones de los trabajadores de la UdeG para los próximos cien años
En una de las sesiones más nutridas del Consejo General Universitario y con el grito de los asistentes en el Paraninfo Enrique Díaz de León, ¡Sí se pudo!, fue aprobada de manera histórica con 170 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, la reforma al Régimen de Pensiones y Jubilaciones de la Universidad de Guadalajara, misma que el Rector General, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, consideró la más sana de todo el país.
El Consejo General Universitario aprobó la propuesta de reforma al régimen de pensiones, que garantizará, a través del incremento gradual de aportaciones, un fondo perenne para los trabajadores de la Casa de Estudio sin afectar derechos ganados de los a los trabajadores que ya aportaron con la reforma del 2003.
La modificación del dictamen IV/2003/314 no incrementará la edad de retiro, ni el porcentaje de aportación de los trabajadores actuales, ni se fijarán límites a las pensiones.
Para ello, la Universidad de Guadalajara actualmente aporta al fondo, por cada uno de los trabajadores activos y pensionados, el 10 por ciento sobre su salario integrado o pensión vigente.
Dicho porcentaje aumentará tres por ciento cada año a partir del 2024 y hasta el 2028, y un punto más en 2029 para llegar al 26 por ciento, mientras que la aportación de los trabajadores y pensionados seguirá siendo del 10 por ciento. Con lo anterior, se logrará alcanzar el 36 por ciento recomendado, y la viabilidad financiera.
Serán las trabajadoras y los trabajadores que ingresen a laborar en la Universidad posterior a la aprobación de la reforma, pues aportarán el 18 por ciento de su salario integrado al fondo de pensiones, mientras que la Universidad aportará otro 18 por ciento.
La iniciativa del Rector General surgió tras un estudio actuarial que anticipó el agotamiento del fondo financiero en 2039 estimado en 18 mil 943 millones de pesos, y hacia 2040, las pensiones deberían pagarse con el flujo presupuestal de la Universidad.
“Que el 100 por ciento de la pensión se pague del fondo y no del flujo de la universidad, es la mejor reforma que va a haber en México”, adelantó Villanueva Lomelí.
Subrayó que el impacto financiero de la reforma se consolidará en 30 años, tiempo que llevará revertir la curva en que se afiance el fondo de pensiones.
“De esto se trata: lo que hagamos hoy modificará la curva. Son decisiones de Estado, por eso hay que tomarlas a tiempo”, precisó el Rector General.
Villanueva Lomelí advirtió eventuales complicaciones financieras de por lo menos 25 universidades públicas del país en 2031 pues deberán pagar a sus pensionados con sus presupuestos anuales.
“Ojalá y no porque en 7 años veremos a 25 universidades con complicaciones financieras y nosotros estaremos en una situación económica tranquila por haber hecho lo que nos tocó», dijo.
Concluyó que la reforma configura el primer fondo perenne en el país con las aportaciones de las próximas generaciones.
“Si quieren dedicarse a trabajar en la Universidad tendrán una pensión digna, eso es lo que aprobamos y nos convierte en la única institución pública en México que tiene una pensión dinámica, digna, móvil y perenne”, expresó el Rector General.