Por Boris González Ceja
Navegar en la vida con confianza y propósito es algo complejo, sobre todo cuando dejamos etapas vitales para llegar a los 30 años.
Esa edad es un hito que a menudo viene cargado de expectativas, presiones y, para muchos, ansiedad. Este período de transición puede llevar a las personas a reflexionar intensamente sobre su vida, logros y el camino a seguir. La ansiedad en esta etapa puede ser multifacética, reflejando preocupaciones sobre el logro personal, profesional, la estabilidad financiera, las relaciones sociales y las expectativas de la vida adulta.
Al acercarse a los 30, las personas pueden sentir la presión de cumplir con ciertas expectativas, tanto propias como impuestas por la sociedad; factores como la carrera profesional, el estado civil, la paternidad/maternidad, y la situación económica, que suelen ser focos de comparación y medición del ¨éxito¨.
En México, como en otros lugares del mundo, los 30 años son a menudo vistos como el punto de consolidación en diferentes aspectos de la vida. Sin embargo, no todos experimentan esta etapa de la misma manera, mientras algunos pueden sentirse satisfechos y seguros de su camino, otros enfrentan incertidumbre y presión.
La Crisis existencial de Post-30
Esta etapa se caracteriza por empezar a cuestionarse y sentir las presiones de la sociedad, pueden sentir que no han logrado sus metas, no han cumplido con sus expectativas y no están donde pensaban que estarían a los 30.
Algunos factores desencadenantes de la crisis de esta edad son expectativas vs realidad: donde la falta de tener los pies en la tierra y ser unos alucines generan dolor propio y a la familia.
Comparaciones sociales: con las redes sociales como un escaparate constante de los logros ajenos, es fácil caer en comparaciones que minan la autoestima.
Presiones profesionales: la sensación de que uno debería haber establecido una carrera sólida o haber alcanzado ciertos hitos académicos puede ser abrumadora.
Cambios en las relaciones sociales: amigos que parecen tener ¨todo resuelto¨, casándose, teniendo hijos o ascendiendo en sus carreras, pueden provocar una dura crítica mal interpretada.
Autoevaluación: la entrada a los 30 suele ser un momento de introspección, donde se evalúan los logros personales y se reflexiona sobre lasaspiraciones.
Impacto Psicológico y Emocional
Psicológicamente los 30´s pueden provocar dudas sobre el valor personal, mientras que físicamente puede manifestarse en síntomas como insomnio, estrés, fatiga y problemas digestivos.
Puedes sentir que no te adaptas. En muchas ocasiones las personas tienen la creencia de que no están en el lugar indicado.
Vas en piloto automático. La vida empieza a pasarse rápido porque ya no vives en el presente, tanto así que consideras que estás viviendo casi como un robot.
Te agobian los compromisos. Crees que tus compromisos te están atrapando a vivir una vida que ya no es tuya.
Tomas decisiones impulsivas. El malestar que te causa la crisis existencial a los 30 te hace tomar decisiones impulsivas como mudarte repentinamente.
Te preocupa en exceso envejecer. Piensas que te saldrán arrugas, el metabolismo de tu cuerpo ya no es como hace pocos años y no lucirás como antes.
¿Qué puedo hacer para no morir en el intento? Recomendamos lo siguiente en las crisis de los 30 años:
Causas y azares…
Hasta la próxima, que todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.
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