UNA VIRTUD LLAMADA GRATITUD

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

El carácter se forma con la característica imprescindible del sacrificio, en cada etapa de la vida, es así como la personalidad de cada individuo se va forjando en virtudes, entre ellas hay una muy buena que es la gratitud, si algo debemos de tener es ser agradecido. Entendemos la virtud como la búsqueda del hacer cada día en la perfección de nuestras obras, así como de nuestros pensamientos, y que se hace necesaria la virtud para ser mejores personas y edificar para bien propio y subsecuentemente hacia el prójimo.

Hacer que la gratitud sirva para realizarnos como personas es buscar la perfección humana en lo posible, pues nadie nace perfecto, pero tampoco nadie muere sin haber aprendido de la vida en el día a día y haciendo virtudes en lo posible de sus propias convicciones, capacidad y entendimiento, empero el punto es de qué sirve ser excelente profesionista, comerciante, obrero, estudiante, u cualquier oficio que desempeñemos si no tenemos gratitud hacia los demás.

Está demostrado que las personas que son agradecidas son más bien recordadas en el transcurso de los años, la historia nos ha reconocido con testimonios de hermosos ejemplos de gratitud de personas que han sido favorecidas por otras en temas de beneficio material como espiritual y el no menos importante el emocional.

Una persona agradecida en el principio y de un corazón lleno de humildad, pues al tiempo que se agradece también se reconoce como dependiente del otro porque recibe esa ayuda que le es útil para vivir en mejores condiciones sin duda que ayuda. Ahora que, debemos vivir en el agradecimiento constante en cada momento pues hacerlo da resultados positivos.

La aceptación de la gratitud es una herramienta poderosa en nuestra vida así que usemos en cada situación peculiar y veremos como sí nos ayuda para sentirnos felices pues nuestra realidad responde al trato bueno hacia con los demás un dia y otro también, agradecer no cuesta nada, de hecho, mostramos un comportamiento digno cuando somos agradecidos y con toda seguridad dejamos la puerta abierta, es decir el vinculo para seguir tratando con el otro. Tan sencillo como decir gracias.

Dar gracias no solo en los momentos de felicidad, de reconocimiento o de festejo, también podemos hacerlo en etapas difíciles de la vida, en la enfermedad, tribulación o hasta en el mínimo estrés que nos provoca crisis pequeñas o grandes, pero que al final del dia nos sacan del confort y seguridad en la que vivimos. Es así que de alguna forma querer vivir en gozo es buscar la esperanza de ser agradecidos una y otra vez con todos los demás, y particularmente agradecidos con el creador y dador de todas las bondades y virtudes que podemos alcanzar en este mundo terrenal, con Dios Padre.

Hagamos pues del agradecimiento una virtud que nos sirva para bien vivir, ser y estar, no hay de otra, porque usted como yo tenemos además la necesidad de agradecer por cada momento vivido y con nuestro entorno familiar, de amigos y de compañeros de escuela o trabajo. Veamos entonces el agradecimiento como algo noble, que, nos traerá mejores momentos en este recorrido pasajero llamada vida. Así levantémonos de mañana dando gracias y al final del dia, al caer la noche también agradezcamos por el solo hecho de estar vivos. Por lo pronto le agradezco su tiempo para leer. ¡Hágale pues!

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